OPINIÓN: El Individuo como Microempresa

Publicado el por N.B. / Violeta Costa (autor)

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Hemos escuchado un sinfín de veces a los especialistas en gestión, intelectuales, académicos especializados y medios empresariales durante los últimos meses que los modelos de negocio actuales ya no funcionan, que ya no sirve lo que veníamos haciendo hasta ahora.

Se debe buscar por tanto nuevas formas de hacer las cosas, nuevas técnicas y sistemas de dirección empresarial que, en combinación con las herramientas convencionales, nos permitan no sólo afrontar el reto de adaptar nuestro producto o servicio a las necesidades actuales de mercado sino también de salir reforzados y ser referentes en el sector en el que desarrollemos nuestra actividad. Es decir, debemos innovar en gestión.

Pero no olvidemos que el desarrollo sostenible y crecimiento económico de toda organización únicamente es posible desde todas las personas que participan en ella. Por ello, me atrevería a romper el tópico empresarial de que el cliente es siempre lo más importante. Creo que debemos empezar a convencernos de que nuestro propio recurso humano en la empresa es el activo diferenciador y principal impulsor de la tan deseada y necesaria rentabilidad del negocio. Porque si logramos que las personas, independientemente de su posición en el organigrama, se sientan motivadas, valoradas, contentas y parte necesaria de la compañía, nuestros clientes estarán satisfechos y por tanto aumentarán las ventas, nuestros accionistas también porque cobraran más dividendos al igual que nuestros proveedores que cobraran en plazo.

No es la primera vez que se habla o se escribe de esto. Parece obvio, pero ¿cómo conseguimos hacer que las personas creen valor añadido y resulten mas productivas? Combinando en cada empleado la especialización de su puesto con un conocimiento general de gestión y estrategia empresarial para poder desarrollar su misión de una manera mas eficiente, eficaz y por tanto rentable.

En definitiva, hacer que cada empleado funcione como una microempresa. El outsourcing entendido como empresa cliente y empresa proveedor pasa a relación de individuo cliente con individuo proveedor. Por tanto el talento individual es uno de los mayores “activos” de la empresa convirtiéndose en el centro de sus resultados. Desarrollar las habilidades y competencias necesarias en el ámbito de la dirección estratégica, marketing, dirección comercial así como de los recursos humanos ligadas a elementos como innovación y orientación al logro es clave en cualquier profesional hoy en día.

Cuando un profesional, en su puesto coge el teléfono para hablar con el cliente o con el proveedor, inconscientemente desarrolla una labor comercial y/o de marketing, con el fin de ofrecer un mejor servicio a la persona que esta al otro lado. Cada toma de contacto con cliente, proveedor, suministrador etc.. es una oportunidad de promocionar y vender además de imagen corporativa un servicio de calidad, bien demandado por el cliente o detectado por el microempresario.

Como dice Javier Ortego, profesor de la Escuela Europea de Negocio, esta situación cambia de la anterior “lealtad jerárquica” a una lealtad “a sí mismo”, en la que el individuo tiene que formarse a sí mismo para continuar (demasiada s) siendo competitivo, construir su propia estrategia (personal strategy) y marketing individual (personal branding). Y tambien, efectivamente, crear su propio liderazgo individual. Cada vez son más las empresas que demandan estos perfiles profesionales y apuestan por la formación de sus empleados en gestión y habilidades directivas para su desarrollo profesional y mejora de la productividad. Por eso, en la Escuela hemos desarrollado programas específicos orientados a los grupos de trabajo en las empresas en las que se les capacita con las nociones fundamentales de la dirección y gestión empresarial así como en el desarrollo de las habilidades directivas y personales, factor diferencial para el triunfo de los profesionales y empresas a las que representan. Debemos reinventarnos constantemente, adaptarnos a las nuevas circunstancias, adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades que creen nuevas oportunidades y éstas a su vez nos introduzcan en una espiral de crecimiento y éxito empresarial.

*Directora Sede Bilbao E.E.N.