LA ECONOMÍA EN COLABORACIÓN ALCANZA NUEVAS DIMENSIONES CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Publicado el por Naia Díez (autor)

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  • Analizan pasado, presente y futuro de un concepto que se enfrenta a cambios sociales y económicos
  • El acto se ha desarrollado en la Escuela Universitaria Elcano, donde han participado un centenar de asistentes
  • Aunque la Economía en Colaboración viene de la antigüedad, las nuevas tecnologías y la crisis están ayudando en su aplicación y desarrollo

“Desde etapa escolar, incluso antes, imperan dos paradigmas: el individualismo y la competitividad, como si solo pudiésemos sobrevivir y desarrollarnos asilados y compitiendo”. Así comienza explicando Laura Ruiz, coordinadora deEconomistas sin Fronteras Euskadi, la razón por la que, junto con el Colegio Vasco de Economistas y el Ayuntamiento de Bilbao, han visto necesario organizar una jornada para analizar y debatir sobre la Economía en Colaboración.

Desde el punto de vista de Laura Ruiz, “estos modelos no funcionan, y se imponen otros basados en la colaboración, ya sea entre personas u organizaciones, con el lema del win win, es decir, que para lograr mi objetivo/el de mi organización es necesario que coopere, ya que solos no podemos alcanzarlo”, asegura.

Al acto, celebrado esta tarde en la Escuela Universitaria Elcano, han acudido un centenar de participantes, ya que son muchas personas a las que les interesa avanzar en el debate sobre la definición del concepto de una economía justa, que contribuye a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan ser equitativas y solidarias, a través de iniciativas concretas.

Pero realmente, ¿en qué consiste la Economía en Colaboración? “Son alternativas que se están poniendo en marcha en el contexto de crisis, nuevos modelos de empresa y de financiación que dan respuesta a las limitaciones actuales. Consiste en compartir, no en competir”, afirma Ruiz. En este tipo de economía no existe el mercado tradicional en que hay una necesidad y se compra, todo se desarrolla mediante la colaboración.

El Colegio Vasco de Economistas ha considerado interesante ofrecer la oportunidad de conocer y reflexionar sobre este modelo de economía y de hacer economía, que ha tenido muy buena aceptación entre el público joven. “Han sido muchos los estudiantes que han acudido a la jornada, lo que demuestra que esta apuesta, aunque no es nueva, se ha adaptado a nuestro tiempo y se practica cada vez más”, afirman desde el Colegio.

Los beneficios son claros para Carmen Valorprofesora de la Universidad Pontifica de Comillas y ponente en la jornada, “consumimos menos recursos, por lo que se cuida el medio ambiente”. Otro de los puntos importantes es que aumenta el capital social, ya que mejora la confianza entre la gente, “con esta relación conocemos a más gente y tenemos más oportunidades de socializar”, afirma.

Sin embargo, la Economía en Colaboración no es algo nuevo, ya que viene de la antigüedad. “Lo novedoso son las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías de desarrollar estas experiencias”, afirma Valor. “No es lo mismo reunirte con tu grupo de amigos para hacer un trueque, que la dimensión que puede alcanzar si lo organizas vía Internet”, explica.

Lo mismo sucede con la geo-localización de los móviles, “nos permite conocer en todo momento lo que está ocurriendo a nuestro alrededor en ese preciso momento, una ventaja si por ejemplo queremos viajar compartiendo coche”, añade la experta.

No obstante, también existen aspectos negativos, y uno de los más importantes es la falta de regulación. “No podemos controlar en qué momento deja de ser colaboración para convertirse en negocio”, explica Carmen. “Una persona que cobra dos euros por llevarte en coche compartido, ¿está generando un negocio? ¿Debería tributar por ello? Por otro lado, ¿qué rol debería tener el Gobierno en todo esto? Estas son algunas de las razones por las que la experta considera que la Economía en Colaboración no va a solucionar la crisis, pero sí ayudar a las personas con escasos recursos, “no va a satisfacer todas nuestras necesidades, pero sí algunas, como pueden ser la ropa, el trasporte, parte de la alimentación etc.

CAMBIO SOCIAL

Al hilo de esta transformación social, Juan José GoñiFundador de APTES (Asociación de promoción de la tecnología social-www.tecnologiasocial.org), ha explicado el impacto de esta economía colaborativa en el cambio social, “es un proceso con un horizonte lejano donde impera la riqueza social y no la económica, convirtiéndose en el foco de atención”, asegura. “Tanto la tecnología como la economía deben orientarse a la satisfacción de necesidades humanas, y para ellos desde APTES llevamos 12 años trabajando por este acercamiento de los mundos de la tecnología, la economía y la sociedad, y está llegando el momento de ir más allá y plantear la supeditación de la tecnología y la economía a las resolución inteligente de los problemas sociales”, afirma.

El experto asegura que llegará un momento donde ya no se cuestione tanto el sistema económico existente, sino que se irán construyendo nuevas dinámicas para la resolución de los problemas de intercambio de valor en lo cotidiano. Es consciente de que el cambio será lento, ya que supone, “una reprogramación mental, y para ello hacen falta generaciones y modelos educativos nuevos basados en las reglas de la cooperación”. “Estos cambios pondrán en cuestión si los grandes pasos de la globalización, el consumo masivo y la intensidad productiva, entre otros, a partir de un grado que supera los mínimos suficientes, comienzan a crear más problemas que los que resuelven”, explica. “Esta reflexión social no está aún en marcha, y tardaremos muchos lustros en cambiar, ya que se educa en un modelo de crecimiento continuo universal y tal vez no debiera ser así”, finaliza.

Tras las ponencias, se ha hablado de tres experiencias prácticas de Economía en Colaboración que se están implementando en Bilbao:

Esnetik: Es una cooperativa de producción y consumo de lácteos, que pretende ofrecer alimentos asequibles y de calidad, respetando la naturaleza y dignificando el trabajo en los baserris. Elabora y comercializa los productos a través de la leche de los caseríos asociados, priorizando por encima del negocio una  serie de valores que deben guiar su funcionamiento: ética, transparencia y confianza y pretendiendo ser una herramienta de soberanía alimentaria

Ekhi: Hoy en día nueve de cada diez euros se concentran en los mercados financieros, dejando de ser un medio para convertirse en un fin en si mismo. El objetivo principal de Ekhi como moneda local es recuperar la función para la que nació el dinero: ser un instrumento de intercambio útil para la economía real y la comunidad. Mediante su circulación en el ámbito de Bizkaia, se busca fortalecer la economía local con repercusiones positivas en el medio ambiente al reducir el transporte

Goteo Euskadi: Es una red social para la financiación colectiva (aportaciones monetarias) y colaboración distribuida (servicios, infraestructuras, microtareas y otros recursos), desde la que impulsar el desarrollo autónomo de iniciativas que generen nuevas oportunidades para la mejora constante de la sociedad y el enriquecimiento de los bienes y recursos comunes.