Las bondades de los clusters

Publicado el por N.B // REDACCIÓN (autor)

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Una jornada organizada por el Grupo SPRI muestra las posibilidades de ayudas estatales y europeas para las empresas vascas. El Gobierno vasco tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros para los 22 clusters existentes en Euskadi. Clusters como Aclima Hegan han expuesto sus casos de éxito con proyectos europeos

Las ayudas a las clusters (las asociaciones de empresas de un mismo sector) se han abordado este jueves en una jornada organizada por el Grupo SPRI, la agencia de desarrollo empresarial dependiente del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad. En el evento, se han presentado los programas de apoyo del Ministerio de Industria y los de la Unión Europea, a través del programa Horizon 2020  y Cosme, y también se han expuesto casos de éxito de clusters vascos.

Iñaki Tellechea, director de Promoción Empresarial del Grupo SPRI, ha afirmado que la gran apuesta de los clusters “debe ser para las pymes” y ha revelado cómo las instituciones europeas propugnan “cada vez más que sean  transfronterizos”. Tellechea ha explicado que la política de clusters del Gobierno vasco, en la que trabaja desde hace 20 años, aboga por que se centren en la internacionalización e innovación tecnológica y empresarial.

El Gobierno vasco tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros para los 22 clusters existentes en Euskadi y, dadas esas limitaciones presupuestarias, se han diseñado “unos criterios objetivos” para ser considerado cluster, ha detallado Tellechea. Entre ellos, que su primera misión sea la competitividad a través de la cooperación, que su ámbito sea la comunidad autónoma vasca y una facturación mínima de 600 millones de euros.

El directivo de SPRI ha sido también autocrítico con la labora del Gobierno durante estos 20 años. “Nos ha faltado seguimiento, con unos indicadores claros para comprobar si una política cluster sirve o no. Y también establecer indicadores para compararlo con lo que hacen otras administraciones”.

Yolanda Alcala, del Ministerio de Industria, ha explicado los cambios en los requisitos establecidos en España para la consideración de cluster o AEI (Agrupación Empresarial Innovadora). Se incide en la viabilidad, con un porcentaje de financiación mayoritariamente privada y con facturaciones que alcancen el 30% del sector o agrupen al 10% de empresas, entre otros requisitos. En todo el Estado hay un presupuesto de 7,3 millones. “Para nosotros son unos instrumentos para llevar la innovación a las pymes y mejorar su competitividad. Son un medio y no un fin”.

Ha expuesto el funcionamiento del programa europeo Cosme para favorecer la competitividad y con un presupuesto de 2.300 millones de euros, aunque el 60% de esa cifra está dirigida a instrumentos financiero.

Mikel Ibarra, director técnico de Aclima, el cluster de las industrias vascas de medio ambiente con 79 empresas y una facturación de 1.756 millones, ha explicado el proyecto de éxito Coolswep. Logró una ayuda europea de 2,7 millones para un proyecto con un coste de 2,9 millones que concluirá este año. Se trata de la valorización energética de los residuos, a través de la incineración, la pirolisis o la generación de biocombustible e hidrógeno. Aclima ha participado junto a otras cinco regiones europeas. “Hemos comprobado que es necesaria la implicación de los socios y orientar los proyectos a sus necesidades”.

Ana Villate, del cluster Hegan que agrupa a 42 socios (el 99,5% del sector vasco de la aeronáutica), que generan 12.400 empleos en todo el mundo y 1.700 millones de facturación, ha explicado que su andadura en Europa comenzó en 1998 en un proyecto que unió 30 clusters regionales de aeronáutica. Aclima impulsó un proyecto piloto en 2010 entre cuatro clusters para seguir ayudando a las pymes. “No teníamos financiación. Fue un éxito y nos aprobaron el proyecto Care que finalizo en 2014 y ha sido para mejorar la competitividad de pymes”.

Villate ha explicado, como bondades de participar en proyectos europeos, que la financiación “para los clusters es estupenda, se acerca muchas veces al 100%, con buenas condiciones de financiación (adelantos del 60% a la firma del contrato), te da un gran red de contactos y es una oportunidad de colaboración con países no europeos”. Como aspectos negativos, ha citado la “gran disponibilidad y la variedad de recursos que requiere y que cada vez hay más competencia.  Y la burocracia es tremenda”.

+info: presentaciones de la jornada