El modelo sanitario necesita evolucionar, centrado en el paciente, hacia la eficiencia y la sostenibilidad

Publicado el por N.B. //DOCOR COMUNICACIÓN (autor)

Joaquín Estévez, Iñaki Betolaza, Jon Guajardo y Manuel Huerta en rueda de prensa (photo: )
Joaquín Estévez, Iñaki Betolaza, Jon Guajardo y Manuel Huerta en rueda de prensa

400 profesionales de la gestión sanitaria de toda España se dan cita en las VII Jornadas Nacionales de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), celebradas en San Sebastián con la colaboración de Osakidetza.

Euskadi destaca por ser pionera en la transformación del sistema sanitario en los últimos años, con un modelo sanitario centrado en el paciente y en la continuidad de cuidados para una buena gestión de los enfermos crónicos y gracias a una mayor estabilidad y perspectiva de largo plazo en los equipos directivos.

  • Tras una primera transformación con la aprobación de la Ley de Ordenación Sanitaria, 18 años después de la creación de Osakidetza, Euskadi está desarrollando en la actualidad una segunda transformación, manteniendo el compromiso con las personas, tratando de mejorar los resultados de salud y garantizando la sostenibilidad del sistema.
  • La rigidez de los sistemas públicos conlleva limitaciones importantes y condiciona la evolución de los modelos sanitarios.
  • Para romper con las limitaciones y poder avanzar, es fundamental la profesionalización y despolitización de la gestión sanitaria, de forma que los directivos de la salud cuenten con formación y experiencia y con autonomía en la toma de decisiones estratégicas.
  • Otro punto fundamental es la transformación de los objetivos de salud y la medición de resultados en salud, más allá de la evaluación actual en torno a la actividad realizada y el coste que dicha actividad supone.
  • Las Unidades de Gestión Clínica intercentros y las plataformas de compra centralizada son ejemplos de alianzas entre organizaciones sanitarias, algo obligado para conseguir calidad y eficiencia.

La gestión sanitaria se enfrenta a importantes encrucijadas, con la eficiencia y la excelencia como referentes, en el camino a seguir en las decisiones a tomar y con el objetivo final de no solo satisfacer las necesidades, sino también las expectativas de los ciudadanos, en un entorno donde han cambiado los niveles de salud de la población, la visión que los ciudadanos tienen sobre su estado físico y psíquico, y donde la aparición de nuevas tecnologías sanitarias, el cambio demográfico y la aparición de nuevas enfermedades han hecho que la calidad de los servicios sanitarios sea una preocupación de enorme magnitud.

A este respecto, los directivos de la salud se encuentran con el deber de abordar las necesidades del sistema y las nuevas exigencias de una sociedad cambiante. “Este contexto obliga a todos los actores implicados a llegar a consensos, aportar soluciones y tomar medidas apoyados en una gestión profesional e innovadora, en busca de la mejora de los resultados en salud”, explica Joaquín Estévez Lucas, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA). Éstas son las bases del cambio o evolución del modelo sanitario, que, en palabras de Jon Guajardo, gerente de la OSI Barrualde Galdakao, es “complicado de cambiar teniendo en cuenta la rigidez de los sistemas sanitarios públicos, por lo que hemos de analizar si debemos ir adaptando el modelo o realizando de inicio una transformación en profundidad”.

Con este enfoque se están celebrando las VIII Jornadas Nacionales de SEDISA que, con la colaboración de Osakidetza se están celebrando desde ayer en el Palacio de Congresos Kursaal de Donostia, bajo el lema “¿Qué hacer con nuestro sistema de salud? Adaptar o transformar”, y en el que se están dando cita 400 profesionales de la gestión sanitaria de toda España. En este sentido, Euskadi, que cuenta con seis centros hospitalarios y una Atención Primaria realizada a través de 153 centros de salud y 157 consultorios para atender a una población de 2.166.043 personas, “destaca por ser pionera en la transformación del sistema sanitario en los últimos años, con un modelo sanitario centrado en el paciente y en la continuidad de cuidados para una buena gestión de los enfermos crónicos, en torno a la implantación de una Estrategia de la Cronicidad iniciada hace ya años”, explica Jon Guajardo, coordinador de las Jornadas. A ello ha ayudado, según Guajardo, la estabilidad de los equipos directivos y las políticas sanitarias, “que no se han modificado en gran medida a pesar de los cambios políticos, lo que ha hecho posible trabajar con perspectivas y estrategias a largo plazo”.

En este marco, el presidente de SEDISA hace hincapié en la importancia de que, pese al panorama de cambio político importante en el que nos encontramos, con cambios de gobierno, “implementar una forma de gestionar los procesos asistenciales para aportar resultados en salud, ser eficiente, fomentar la calidad, profesionalizada y transparente, independientemente del partido político que gobierne, debe ser una prioridad para todas las comunidades autónomas”. Asimismo, Estévez destaca que “la despolitización de la gestión y la transparencia son prioritarias, de forma que el perfil de directivo debe establecerse como el de un profesional de la gestión, un cargo sometido a una evaluación objetiva basada en resultados asistenciales, económicos, de participación profesional y de liderazgo social, dentro de un código de buena gestión directiva”.

Esto conlleva la definición y evaluación de objetivos evaluables, lo que supone medir resultados y compararlos. Y es que, si bien en la actualidad en España se miden los resultados, Jon Guajardo destaca que “medimos con poca transparencia y solo aquellos factores relacionados con la actividad realizada y el coste que supone dicha actividad, pero no se analiza de forma estandarizada si lo que estamos haciendo tiene resultados en salud y si son los resultados a los que queríamos llegar”. Esta situación responde, asimismo, a la falta de indicadores de salud que deberían estar basados en unos objetivos concretos, que, junto al modelo sanitario deben evolucionar. En palabras del presidente de SEDISA, “no es posible transformar el modelo sanitario si no se cambian los objetivos asistenciales y, en este sentido, éstos siguen siendo prácticamente los mismos hoy que hace diez años. En definitiva, los objetivos deben evolucionar y completarse desde la asistencia reparadora (curación) a una atención en la que hay que cuidar, acompañar y ayudar a vivir mejor”.

Segunda  transformación en Euskadi

La transformación del modelo sanitario en Euskadi se fundamenta en el compromiso con las personas, “en tanto en cuanto nuestra misión consiste en mejorar los resultados de salud de nuestra población”, explica Iñaki Betolaza, director de Farmacia del Gobierno Vasco. “En este sentido, partimos de tres premisas básicas: tenemos un compromiso total con el mantenimiento y la garantía de los principios que caracterizan a nuestro sistema de salud (universalidad, solidaridad, equidad, calidad de los servicios y participación ciudadana); debemos gestionar con prudencia estos cambios, ya que en Euskadi el 89,4% de nuestra población hace una valoración positiva del funcionamiento de nuestro sistema sanitario, y consideramos que el sistema sanitario es generador de riqueza y que la sanidad debe ser valorada como una inversión y no sólo como un gasto”.

Si bien Euskadi ha sido pionera en transformar el modelo sanitario, el director de Farmacia del Gobierno Vasco tiene claro cómo debe ser ese proceso: “No se debe hacer a través de la aprobación de Decretos-Ley en Consejo de Ministros (Real Decreto Ley 16/2012), sino que los procesos de transformación requieren de los oportunos consensos políticos y sociales tal y como se hizo cuando se aprobó la Ley General de Sanidad en el año 1986”.  Junto a ello, destaca la necesidad de introducir en la sociedad y en el sistema la cultura de salud, la cultura de la innovación desde los profesionales a los directivos y responsables políticos “y poner el foco en la gestión del valor que aportan las actividades que desarrollamos para mejorar la salud de la población, teniendo en cuenta el coste de oportunidad y el uso alternativo de los recursos disponibles, ya que éstos son limitados”.

Tras una primera transformación 18 años después de la creación de Osakidetza, con la aprobación de la Ley de Ordenación Sanitaria, en la actualidad, en Euskadi se está desarrollando una segunda transformación, manteniendo, en palabras de Iñaki Betolaza, “nuestro compromiso con las personas y tratando de dar respuesta al nuevo paradigma social para mejorar los resultados de salud de nuestra población y garantizando la sostenibilidad de nuestro sistema de salud”. Dicha transformación gira en torno a tres líneas de actuación: la apuesta por un concepto de salud más amplio que el concepto de sanidad con una visión de salud en todas las políticas, el desarrollo de una integración de las estructuras centrada en el paciente al objeto de garantizar una adecuada continuidad asistencial y un nivel de cuidados acorde con los problemas de salud que presente en cada momento, para lo que la respuesta de los profesionales sanitarios a este nuevo contexto con el desarrollo de nuevos roles y procesos es clave, y la apuesta por la integración sociosanitaria, “teniendo en cuenta que esta integración debe contar con todos los agentes y niveles del sistema de salud”.

Las organizaciones sanitarias, obligadas a aliarse

Durante las VIII Jornadas Nacionales de SEDISA, punto de encuentro, análisis y actualización en torno a la gestión sanitaria, se están evaluando, además, otros asuntos: cómo gestionar la innovación, la importancia de la colaboración entre las organizaciones sanitarias y los factores más relevantes para garantizar la sostenibilidad del sistema. A este respecto, Manuel Huerta, director gerente de la Agencia Sanitaria Bajo Guadalquivir, Sevilla, apunta que “las organizaciones están obligadas a aliarse. Se trata de un camino sin retorno en el que es imposible seguir avanzando si cada institución abarca todo de forma aislada”. Y añade: “Lo que debemos hacer ahora es ver de qué manera se producen estas alianzas para que sean algo útil”.

En el caso de Andalucía, este experto indica que existen iniciativas al respecto ya instauradas y con resultados desde hace años: “Es el caso de las Unidades de Gestión Clínica, con un funcionamiento transversal, intercentros, los laboratorios centrales, las plataformas de compra centralizada y el área de diagnóstico por imágenes, que hace posible que los radiólogos puedan estudiar cualquier prueba realizada independientemente del centro en el que se haya realizado”.

Sobre SEDISA

La Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) es una asociación de carácter privado y sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia e independiente de la de sus miembros. Está formada por casi un millar de profesionales que trabajan en el sector salud y que ocupan una función directiva en sus empresas, con un perfil en el que predomina la iniciativa y la capacidad de generar reconocimiento.

El principal objetivo de la Sociedad desde su creación es profesionalizar la gestión sanitaria, llevando a cabo proyectos y actividades que contribuyan a la promoción, desarrollo, protección y defensa de los servicios sanitarios en general y particularmente el estudio y perfeccionamiento de las funciones gestoras y directivas de la salud, así como la representación, gestión y defensa de los intereses profesionales de sus miembros. El fin último es trabajar para una gestión sanitaria de calidad, basada en los resultados de salud, la eficiencia y la sostenibilidad.