LIBRO DE LA SEMANA: Cambia el chip

Publicado el por N.B. / Santiago Torre (autor)

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SINOPSIS

La gente odia los cambios. Es ya prácticamente una frase hecha. La dicen especialistas en marketing, directores de campañas políticas, presidentes de cadenas de televisión.… La dicen incluso nuestros padres. Y lo curioso es que, mientras que algunos de los grandes cambios en nuestra vida los afrontamos con ilusión, tener hijos, sin ir más lejos, los más pequeños, aquellos que atañen a nuestra rutina diaria, nos provocan grandes traumas.

Los psicólogos han demostrado que existen dos mecanismos de toma de decisiones distintos en nuestro cerebro: el racional y el emocional. El primero es lógico, estratégico, reflexivo. El segundo es intuitivo e impulsivo. Alinear estos mecanismos cerebrales permite que los cambios sean más placenteros y tengan mejores resultados. De todo ello nos habla este libro. De cómo afrontar cambios difíciles y mejorar así nuestra vida personal y laboral 

COMENTARIO PERSONAL 

Un libro imprescindible para aquel que quiera provocar cambios en su vida o lidere personas. Muy bien escrito, muy bien documentado, consistente y con orden. UN LIBRAZO.

A lo largo de nuestra vida afrontamos muchos cambios, algunos son fáciles y otros, difíciles. En todos nuestros deseos y nuestra razón entra en conflicto. En función de a quien alimentamos, este vencerá.

Los autores lo identifican con un elefante (el deseo) y el jinete que intenta dominarlo (la razón), uno busca lo inmediato, otro lo adecuado. Los autores nos explican paso a paso la realidad de esa dualidad y cómo alinear a jinetes y elefante para conseguir los cambios que queremos ver.

El elefante aporta la fuerza y la energía, el jinete, la dirección y planificación. Si en nuestro equipo faltan del segundo tendremos trabajo sin dirección, o lo que es lo mismo, desperdiciaremos mucho de lo que hacemos; si faltan elefantes, tendremos proceso y plan, pero no pasión, energía o motivación. Piensa que adoleces y verá lo que te falta.

Documentan lo que dicen con estudios e informes. Ya desde el comienzo se posicionan como conductistas(“el principal condicionador del comportamiento son las circunstancias,

pensamiento y lo que va a ser el transcurrir del libro.

El libro es extenso y prolijo en detalles y estudios y se puede resumir en que para hacer un cambio necesitamos 3 partes:

a)      Dirigir al jinete

b)      Motivar al elefante

c)      Allanar el camino

Ellos mismos proponen un resumen (pag. 280) en que dividen cada uno de estas tres partes en otra tres y así tenemos lo siguiente:

Dirigir al jinete

a)      Identificar y seguir las excepciones. Muchas veces la solución está en identificar lo que ofrece buenos resultados. Presentan un estudio sobre el hambre en Vietnam y cómo se pudo trabajar sobre ello gracias a este punto.

b)      Redactar los movimientos críticos. Hay que identificar lo que nos producirá resultados y simplificarlo al máximo, pidiendo modificar ese comportamiento (de nuevo su modo conductista). Trabajan con un estudio sobre perder peso modificando el tipo de leche que se consume)

c)      Apuntar al destino. El cambio es más sencillo cuando tienes la imagen de adonde quieres ir. Lo ejemplifican con dos estudios, uno sobre niños y haciéndoles trabajar como si fueran de un curso superior y otro sobre una empresa petrolera

Motivar al elefante

a)      Identificar el sentimiento. El mero conocimiento no lleva a la acción. Para provocar un cambio hay que llegar a la emoción. Presentan varios estudios, el más sorprendente es cómo un ejecutivo consiguió convencer a toda una organización sobre la necesidad de modificar políticas de compra haciéndoles visualizar el resultado en vez de presentar sesudos y prolijos informes.

b)      Reducir la dimensión del cambio. Cuando vemos el destino y está demasiado lejano, nuestra motivación decaerá. Para ello hay que reducir todo ese cambio al que se tiene que realizar justo ahora. Tendremos el destino, pero en vez de pensar exclusivamente en él, nos enfocaremos en lo que tenemos que hacer en este mismo momento.

c)      Hacer que se sientan orgullosos. Tenemos que realmente querer el cambio y si es en un equipo, debemos reforzar el sentimiento de pertenencia, mandar construir algo, más que repartir los beneficios.

Allanar el camino

a)      Modificar el entorno. Hay que hacer que las cosas sean simples, bastante energía consumimos al cambiar y hay que enfocarla en hacer las cosas sencillas. Fíjate en el entorno en que se realizan las acciones (circunstancias) y simplifícalo al máximo.

b)      Crear hábitos. Cuando tenemos un hábito nos cuesta menos hacer las cosas y no supone ninguna carga al jinete ni consumo de energía al elefante. Hay que conseguir esos hábitos o apoyos para ellos (por ejemplo, listas de chequeo). Otro modo es incluirlo en rutinas, que no son más que la suma de hábitos y que nos eliminan el consumo de energía de tomar decisiones. Un ejemplo de esto es: me levanto, voy al servicio, preparo el café, desayuno, me lavo los dientes, me ducho, me visto y salgo al trabajo. En toda esa rutina (concatenación de hábitos) hemos realizado un montón de actividades sin apenas consumo de energía.

  • c)      Aprovechar la fuerza del grupo. El comportamiento es contagioso, si conseguimos extenderlo. Habitualmente seguimos el aforismo de “allá donde fueras, haz lo que vieres”, si la fuerza de la acción es suficientemente intensa. Hay que crear cultura y ello hará que el cambio sea más sencillo.

Acaban con unas indicaciones fantásticas sobre cómo superar obstáculos:

  • No ven la necesidad del cambio. No se dirija al jinete, si no al elefante. Modifique el entorno.
  • Nunca lo hemos hecho así. Busque algo que tenga que ver con la identidad de la organización.
  • Deberíamos hacer algo, pero estamos estancados con el análisis. Busque un sentimiento que mueva al elefante, cree un destino e identifique un movimiento crítico de blanco o negro.
  • El entorno ha cambiado, pero nuestros hábitos nos impiden hacerlo. Diseñe un nuevo hábito a adquirir. Defina un desencadenante de la acción y establezca una rutina que dificulte el hábito negativo (cambie el entorno).
  • La gente no está motivada para el cambio. Cree un destino atractivo, haga que el comienzo sea fácil y el destino sencillo (ordenar la habitación durante 5 minutos y que quede como este), utilice la presión social (busque los parámetros positivos y haga ver a los retrasados que lo están), allane el camino al máximo dando instrucciones clarísimas (listas de tareas, mapas muy detallados, ...)
  • Ya lo haré mañana. Reduzca la dimensión del cambio (5 minutos de limpiezas), fije un desencadenante de la acción para mañana, busque alguien que controle la realización.
  • La gente cree que no funcionara. Busque un ejemplo de que puede hacerlo, identifique el factor de éxito y trate de replicarlo, ayude a conseguir pequeñas victorias, apóyese en las personas que empiecen a creer que se puede.
  • Se lo que tengo que hacer, pero no lo hago. Identifique el primer paso, simplifíquelo al máximo, haga la primera acción, busque un desencadenante de acción, modifique el entorno para que le ayudé, busque a alguien que le ayude, controle y motive.
  • Comenzamos el cambio, pero se ha parado, volvemos atrás. Hay que crear hábitos , motive al elefante haciéndole saber que ha recorrido parte del camino  y enseñe la mentalidad de crecimiento.
  • El cambio es demasiado. Reduzca la dimensión del cambio al mínimo. Hable del siguiente paso y no del final. Trabaje la mentalidad de crecimiento, célebre pequeños éxitos y no castigue los fracasos.
  • Hacemos cosas, pero no pasa nada. A veces la resistencia es falta de claridad, de una instrucción clara. Elimine los obstáculos que dificultan las acciones (observe y hable con la gente). Encuentre una excepción que lo haya conseguido.

Resumiendo, un libro extraordinario para leer y trabajar sobre lo que nos afecta. Un imprescindible para alguien que lidere un equipo.

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