El inicio de la segunda carrera espacial

Publicado el por JAVIER MARTÍN / LOOGIC (autor)

 (photo: )

En estos momentos nos encontramos en una situación que puede llegar a ser similar, y, aunque aún es muy pronto para saber la trascendencia que va a tener y existen muchas dudas al respecto, vale la pena seguir la pista a uno de los inventos que podría resultar más relevante para el futuro de la exploración espacial. Hablamos del motor EmDrive o propulsor de cavidad resonante RF, creado por el ingeniero aeroespacial Roger Shawyer. Un motor con la capacidad de generar un empuje gracias al rebote de microondas dentro de un cono metálico, es decir, un motor que puede funcionar sin combustible, cuya física contradice la ley de conservación del momento lineal. El motor ha sido probado por científicos de la NASA y parece que funciona. Hasta el punto de que han llegado a elucubrar que un motor EmDrive, alimentado por un generador nuclear portátil de 2 megavatios, permitiría a una nave tripulada llegar a Marte en tan solo 70 días. Y con tan solo 6 kilovatios de potencia, obtenidos mediante paneles solares, se podría generar el impulso necesario para mantener un satélite geoestacionario en órbita indefinidamente. Pero todo esto por el momento solo son experimentos y suposiciones.

En el mundo científico existe una enorme polémica en relación con el funcionamiento real del EmDrive, de forma que la mayor parte de la comunidad científica se posiciona en contra de esta invención. Del otro lado, un pequeño grupo de científicos trabajan para explicar los fundamentos físicos que podrían explicar el extraño fenómeno que se produce dentro del motor, que hacen que pueda pueda generarse movimiento sin necesidad de combustible. La gran expectación que está generando este invento y los científicos que se han volcado a verificar su funcionamiento,  son un indicativo de que algo importante está pasando o podría pasar con el EmDrive, suficiente como para que su utilidad no haya sido descartada aún, como una locura que contradice completamente las leyes de la física. Prueba de esta situación es el estudio realizado por el científico Mike McCulloch, de la Universidad de Plymouth, proponiendo una nueva teoría de inercia que podría explicar el extraño funcionamiento del EmDrive. Pero, llegue a verificarse o no que este motor sirviera para impulsar una nave en el espacio sin necesidad de utilizar combustible, tan solo impulsada por la energía eléctrica obtenida gracias a paneles solares, lo importante es que ha coincidido con una situación muy especial en lo que a la exploración espacial se refiere, en la que vemos un interés creciente y muy significativo por parte de los gobiernos de algunos países y sobre todo por empresas que por fin han puesto el punto de mira fuera de nuestro planeta en busca de nuevas oportunidades de negocio.

Nuevos motores para nuevas formas de explorar el universo

Los grandes avances en la exploración espacial que se producirán en los próximos años tendrán mucho que ver con el desarrollo de nuevos sistemas de propulsión y nuevos tipos de motores que permitan reducir los tiempos necesarios para viajes en distancias tan enormes como la que nos separa de Marte. En el caso de los futuros viajes a Marte el cálculo de duración con los motores actuales sería de 18 meses, pero gracias a los motores nucleares en los que está trabajando Rosatom (la corporación nuclear de la Federación Rusa) la duración del viaje podría reducirse a 45 días, contando además con el combustible suficiente como para poder realizar el viaje de vuelta. Desde 1967  los rusos utilizan motores de fisión nuclear para el lanzamiento de satélites. Entre los años 1960 y 1980 experimentaron con varios diseños de reactores espaciales que utilizaban litio como refrigerante. El desafío actual está en construir una nave espacial que pueda utilizar esos motores cohete de propulsión nuclear térmica.

Otro nuevo tipo de motor en el que se trabaja desde hace tiempo, con el objetivo de amplificar las posibilidades de la exploración espacial, es el estatorreactor de combustión supersónica, también denominado Scramjet, que es motor estatorreactor en el que una parte o la totalidad del proceso de combustión se lleva a cabo a velocidad supersónica. A muy altas velocidades, es necesaria combustión supersónica para maximizar la eficiencia del proceso de combustión. Las proyecciones para la velocidad de un motor Scramjet, varían entre Mach 12 y Mach 24 (velocidad orbital). El X-43 es un avión no tripulado experimental de la NASA que está impulsado por un motor Scramjet diseñado para volar a velocidad Mach 10, lo que supone unos 11.000 km/h. Para poder hacer una comparativa, el más rápido de los aviones convencionales es el Lockheed SR-71, que utiliza un turborreactor más un estatorreactor y alcanza aproximadamente Mach 3,4. El avión X-34 forma parte del  programa Hyper-X de la NASA que tiene el propósito de encontrar formas propulsión para los cohetes de los vehículos espaciales.

La primera persona en pisar Marte

En esta newsletter volvemos a fijarnos en la figura de Elon Musk, pero en esta ocasión no para a hablar de Tesla sino de su iniciativa con SpaceX con la que persigue conquistar el espacio y más concretamente colonizar Marte en un futuro cercano. Sus planes anunciados la semana pasada, contemplan llegar a Marte en 2018 con una nave no tripulada a la que han llamada Red Dragon. Los modelos de nave espacial de esta categoría, que ha diseñado la compañía, están siendo preparados para aterrizar en cualquier lugar del sistema solar, al igual que se emplean actualmente para llevar provisiones a la Estación Espacial Internacional. Para lo que no están preparados aún es para realizar viajes tripulados, por lo que todavía no han puesto fecha para que la primera persona pueda poner los pies en Marte, algo para lo que podrían estar preparados en poco tiempo gracias a su experiencia transportando astronautas a la estación espacial...

Sigue leyendo este interesante artículo de Javier Martín en:
http://futurizable.com/carrera-espacial 
 
©Futurizable