LIBRO DE LA SEMANA: Ultraconciencia

Publicado el por N.B. / Santiago Torre (autor)

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SINOPSIS

Este es un libro especial. Es la única obra hasta la fecha que desvela el tremendo impacto de la conciencia, el lienzo por el que pasan nuestros pensamientos, sensaciones y emociones a lo largo del día, en el camino hacia el éxito y la felicidad.

Apoyándose en recientes investigaciones científicas de vanguardia a nivel internacional, este texto recorre apasionantes descubrimientos sobre nuestro mundo no consciente, sobre el control voluntario de nuestros pensamientos y sobre el papel real de la atención plena en nuestras vidas.

Es un libro ameno que te conducirá de una manera sencilla hacia la mejor manera de guiar tu vida.

 

COMENTARIO PERSONAL

Un libro muy interesante, bien documentado y con una narración sencilla y directa. Está plagado de ejemplos, historias y estudios que soportan las afirmaciones del autor. Una obra sencilla y fácil de leer y que mantiene un alto rigor académico.

La tesis que yo obtengo de su lectura (no tiene por qué coincidir con la de otras personas o la del autor) es que el mundo en que vivimos es nuestro propio mundo, modelado por nosotros mismos a lo largo de nuestra existencia. Todo lo que sucede pasa por el filtro de nuestra subjetividad. Tenemos una doble opción: bien permitimos que esta subjetividad domine nuestra vida -la inmensa mayoría de personas-, bien decidimos ser conscientes de ello, aprendemos a dominarla y modelarla de forma que sea el mejor aliado para conseguir nuestros objetivos.

A esa segunda opción es lo que el autor denomina Ultraconciencia, que es el control voluntario de la conciencia; es decir, darnos cuenta de lo que habita en nuestra mente en cada momento y ser capaces de desarrollar los mecanismos (técnicas) propios que nos hagan controlarlo y transformarlo para comportarnos de modo y manera que nos permita estar centrados en lo que realmente importa.

La obra comienza haciéndonos entender que ante el mismo hecho las personas vemos la realidad de modo diferente. Corrobora la afirmación con estudios que concluyen que para el ser humano es más importante lo que habita en su mente que lo que le rodea. Vivimos nuestro propio mundo, que no es más que una realidad subjetiva elaborada con el fin de que todo lo que tenemos en la cabeza tenga sentido para reconfortar nuestra conciencia y poder así predecir el futuro y sobrevivir.

La conciencia es la experiencia subjetiva de lo que nos ocurre. Cada persona es parte de su propia historia vital, siempre vivida y narrada en primera persona (esta es una parta de la obra muy interesante y clarificadora para mí). El control de la conciencia determina la calidad de vida que tenemos y que podemos llegar a tener. Si somos capaces de controlarla, somos capaces de adaptarla a lo que nos interesa.

El autor distingue entre lo consciente y lo no consciente (no le gustan los términos inconsciente o subconsciente). Todos estamos permanentemente atendiendo a algo en nuestra mente -Jesús Alcoba dice que excepto que se esté dormido o muerto. No comparto el primero de los supuestos, creo que cuando estás dormido también tu mente está trabajando, aunque en la zona no consciente, claro y seguramente a menor ritmo-.

Todo lo que no está en la parte consciente lo está en la no consciente, que opera mucho más rápido. Habitualmente eso que está en la parte no consciente viene a ellas por una emoción, causada por un hecho externo o interno que lo trae a nuestra consciencia. Ante el mismo hecho cada persona puede tener una emoción diferente y, por lo tanto, una reacción distinta en su interior, que se traslada después a su conducta.

Jesús explica la importancia de adquirir habilidades que nos permitan liberar la parte consciente, ya que de este modo tendremos la ayuda de nuestra “mente errante” que nos llevará a “momentos Eureka”. Cuando realizamos actividades que exijan poca atención consciente, nuestra mente vaga por la parte no consciente, provocando emociones y trayendo a nuestra mente consciente ideas, respuestas y propuestas sobre cómo afrontar o resolver actuaciones que nos preocupan. Así cuando conducimos, nos duchamos o practicamos deporte relajado nuestra mente se libera, trabaja por su cuenta y es creativa, no tiene otra cosa que hacer y es cuando se producen esos “momentos Eureka”, que los llama así por la teoría de Arquímedes y como acudió ésta a su mente consciente.

Lo que hay en nuestra mente regula nuestro comportamiento. Muchas veces nos ponemos objetivos en los momentos “en frío”, pero tenemos que ejecutarlas en los momentos denominados “en caliente” y el ser humano suele anteponer la satisfacción inmediata a la recompensa futura. Cita múltiples ejemplos y estudios. Uno muy significativo es de Dan Ariely sobre el comportamiento sexual en los universitarios, que deja muy claro este tema (puede leerse en un libro de ese autor, que recomiendo muy encarecidamente, denominado Las trampas del deseo).

En una incoherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos tendemos a buscar justificación y manipulamos mentalmente los hechos para amoldarlos a nuestros pensamientos. Se denomina disonancia cognitiva y es el motor de nuestras excusas, que suelen dividirse en tres tipos: claridad, implicación y control. La dificultad de afrontarlo es que nos las creemos firmemente.

La única forma de afrontarlo es cambiar el modo en que nos hablamos a nosotros mismos y a los demás. Las palabras que utilizamos tienen una influencia determinante en nuestra vida, ya que alteran nuestra conciencia, lo que razonamos y, por lo tanto, nuestro comportamiento. El autor pone ejemplos muy claros en este aspecto y que nos iluminan exactamente en lo que nos quiere transmitir. Uno que me encanta es la influencia que tiene lo que decimos ante, por ejemplo, un día que podemos denominar “complicado”. No es lo mismo pensar que ha sido entretenido, desafiante (un auténtico reto) u horrible. Si eres capaz de cambiar lo que piensas de esos días, cambiará tu realidad.

 

Ser consciente de ello es el primer paso para la ultraconciencia, que requiere dominar 3 habilidades:

a)      Darse cuenta de lo que pasa por tu cabeza

b)      Transformar los pensamientos negativos y bloqueantes en otros que nos acerquen a lo que queremos

c)      Mantenernos centrados en lo que realmente nos importa: concentración en lo más aporta.

 

Otra tesis del autor es que cuando algo está grabado en nuestra mente nos dirigimos hacia ello sin darnos cuenta. Nos aporta infinidad de estudios que avalan su tesis. Tenemos que grabar lo que queremos en nuestra mente y hacerlo de forma positiva, no porque de este modo el karma o el universo nos lo traerá, sino porque si trabajamos de forma dura, constante y consciente sobre ello, estaremos dando pasos para conseguirlo. Lo que queremos no sucede porque lo deseemos, sino porque lo deseamos y actuamos en consecuencia con proactividad, perseverancia y enfoque; trabajamos duro y de forma consciente para lograrlo. Conducimos a nuestra mente a que dirija nuestros comportamientos hacia el objetivo con claridad, enfoque y disciplina.

O controlas tu mente o tu mente te controlará a ti. La mayoría de la gente acepta lo que piensa sin darse cuenta de que podría pensar de otra forma más útil para la consecución de sus objetivos.

No son los acontecimientos lo que nos provocan las emociones que nos mueven a actuar, sino la forma en que los interpretamos. Modelemos esto y modelaremos nuestra conducta. El mismo acontecimiento provoca distintas emociones y distintos comportamientos en distintas personas.

Va trabajando sobre esto y sobre los pensamientos destructivos (describe 10). La conclusión es que debemos identificarlos, analizar la excusa sobre la que se sustentan (recuerda claridad, implicación o control), analizar su escasa validez y aprender a corregirlos modificando nuestra conversación interna y externa. 

Habla de la importancia de la concentración y la meditación para acabar con la conclusión de que “muchas veces no conseguimos las cosas no porque nos falten cualidades, sino porque no estamos centrados en lo que realmente es clave”.

En resumen, un libro diferente y que te hace ver lo que te sucede de manera distinta. Pone a cada uno en el centro de la responsabilidad de lo que le ocurre y explica cómo en tus propias manos está en cambiar lo que obtienes, aunque eso sí, fijando objetivos claros, esfuerzo y desarrollo de la ultraconciencia. Nada nos es dado gratis.