CONSTRUCCIÓN: OPINIÓN: Talento en el catálogo constructivo del Bilbao moderno

Publicado el por Beatriz Peña (autor)

Localizacion(es): Bilbao

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Hay edificios que constituyen un icono, una referencia cognitiva que forma parte del conocimiento colectivo que los ciudadanos tienen de su ciudad.

El Ayuntamiento y la Sociedad Bilbao Ría 2000, llevan ya varios años con el intento de crear elementos importantes a lo largo de la Ría, con el fin de dirigir la recuperación y transformación de las zonas degradadas de Bilbao y su área metropolitana. Nos encontramos aquí con bastantes referencias que proyectan una imagen de cosmopolitismo y modernidad de la ciudad y sus ciudadanos.

En su contundencia y efectividad en la comunicación de este propósito, nombramos uno de los cinco museos de la Fundación Solomon R. Guggenheim, el Guggenheim de Bilbao, inaugurado en 1997.

Su creador, Frank Gehry. Arquitecto de origen polaco-judío, nacido en Canadá y con nacionalidad Estadounidense, es ganador del premio Pritzker 1989, galardón de reconocimiento mundial que se conoce como los “Nobel de la arquitectura”.

Frank Gehry independiza lo que, en arquitectura, a veces denominamos "la piel” del edificio y el límite de los espacios, añadiendo a esta cualidad, una libertad estructural pionera hasta el momento; esta obra de transcendencia internacional se convierte en única y es para el visitante una inevitable concatenación de sorpresas.

Cercano al sobresaliente museo, a la altura de las universidades, nos encontramos la Biblioteca de la Universidad de Deusto, obra del ganador del premio Pritzker 1996; el arquitecto Rafael Moneo, que aparece cartesiana junto al Guggenheim.

Y colindante a la biblioteca, el paraninfo de la Universidad del País Vasco forma una “L” y dialoga con el edificio de Moneo. Es un proyecto de Álvaro Siza, quien también se hizo con el deseado Pritzker en 1992.

Siguiendo la ría, nos adentramos en la ciudad y encontramos la pasarela Zubizuri, de Santiago Calatrava. Como es habitual en este arquitecto, que además es ingeniero y uno de los más solicitados; la ingravidez y la resistividad del material son conceptos que materializa en lo visual, pero también es criticado en otras ocasiones por "priorizarlos" frente a la funcionalidad y la sensibilización con el entorno. Así se le adjudica habitualmente “un mismo estilo".

Junto a la pasarela de Calatrava, no pasa desapercibido el complejo Isozaki Atea, obra del arquitecto japonés Arata Isozaki. Con dos torres gemelas, que proyectan su envergadura globalizadora en la consciencia colectiva de los habitantes de un Bilbao poco acostumbrado a los rascacielos, es capaz de romper la estética paisajística más conservadora.

El Metro Bilbao integra arquitectura e ingeniería, mostrándose al bilbaíno y al viajero tan funcional como estético. El diseño fue realizado por Sir Norman Foster, arquitecto "estrella" y ganador del Pritzker 1999. Sus estaciones, construidas lo más próximo posible a la superficie, cuenta con espacios amplios, de gran visibilidad e iluminados con luz natural. Numerosos detalles hacen de este Metro quizá una de las obras modernas más bella del mundo.

Pero quiero resaltar que hay otros proyectos de gran categoría que no pertenecen a esta iniciativa de la Administración Bilbao Ría 2000, y que son obra de arquitectos locales... Por ejemplo, en Sarriko, podemos encontrar un conjunto de viviendas protegidas conocidas como las "Casas americanas", consecuencia de un concurso del Ayuntamiento ganado por los arquitectos Rufino Basáñez, Esteban Argarate y Julian Larrea, quienes se hicieron herederos de la experiencia de LeCorbusier en Marsella y fueron premiados por la amabilidad del espacio habitable y el interés de la fachada, que muestra al exterior las tipologías de los dúplex y su alternancia.

La Modernidad conceptual acoje la rectangularidad de la planta en el Conservatorio de Música, de los arquitectos alaveses Roberto Ercilla y Miguel Angel Campo. Aquí, la alternancia de las crujías habitadas y sus patios, participan de la fachada vidriada del edificio.

Ya en el centro de la ciudad, junto al palacio de Diputación, la Biblioteca muestra su modernidad conceptual y desorienta sobre la posible autoría de la obra. Es un trabajo de IMB Arquitectos; Gloria Iriarte y Daniel Mújica, que con su concepto euclidiano, subrayan la claridad de la idea. Presentan el Contedor de Libros como una gran caja de vidrio serigrafiado que muestra sus entrañas al exterior. Por otro lado, la zona de la Administración se muestra pétrea y envolvente.

Y, también en el centro de la ciudad, podemos encontrar la Reforma de la fachada del club Deportivo de Bilbao, del grupo GAZ. Cinco cajas de vidrio, giradas de forma alternativa respecto al plano inicial, protegen del calor y la luz el interior con diferentes intensidades.

El catálogo constructivo del Bilbao moderno, está agrupando el talento de grandes profesionales de la arquitectura y la ingeniería mundial pero, quizá corra el riesgo de olvidar el también sobresaliente talento de los arquitectos locales. ¿Se convocan concursos abiertos de ideas en los que tengan oportunidad de participar arquitectos locales?

"Bien entendida la adecuación a el entorno y, desde un equilibrio entre la integración y la diferencia; se crean los microcosmos de nuevas realidades físicas y abstractas".

beatriz@arquitecturaycalculo.com