AGÉNDATE: ¡Tranqui, que no se me olvida!

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 Como cada año, tienes en tus manos ese bonito dietario o agenda que te han regalado y, esta vez, te dices a ti mismo/a: “este año sí, la voy a usar...” pero, ¡venga!, entre tú y yo, sabemos de tu privilegiada memoria,.. ¿para qué necesitas apuntar las cosas si te vas a acordar de todo...? “Además, las apunto y luego no me acuerdo de leerlas”, te dices.

 Perdóname que te sea tan sincero, pero si no te acuerdas de leer lo que apuntaste, ¿cómo vamos a pensar que te vas a acordar de lo que apuntaste…? ¡Jejejeje…!

Otra de las cosas que sueles pensar y que, suele con frecuencia conseguir que desistas en el intento es: “¿Y que apunto? ¡Si hay días que no tengo nada que apuntar...!”

Déjame reflexionar un poquito contigo este año. Mi madre, que era muy sabia, le decía a todo el mundo que yo era el niño más listo del barrio; pasión de madre. Pero cuando me mandaba a la tienda de la esquina, se aseguraba de enviarme con la notita apuntada, de forma que yo sólo llegaba y decía: “Luis, toma”. Y acto seguido, Luis me daba una bolsa con el encargo de mi madre...

Mamá, en su inmensa sabiduría, sabia que este método le garantizaba el éxito del encargo. ¡Jajajaja…!

El correcto manejo de una agenda requiere, como todo, tiempo, esfuerzo, formación y método. Pero lo mas importante es que este año seas de verdad sincero/a contigo mismo/a y, por fin, dejes de confiar en esa memoria que tú y yo sabemos que tantas veces te falla... ¡No te molestes!; he dicho que íbamos a ser sinceros/as con nosotros/as mismos/as ¿de acuerdo?

Todo empieza ahí, cuando sabes que varias veces en al año, la frase “tranqui, que no se me olvida”, se convierte en “¡Uy, se me pasó! Es que tengo tantas cosas…”

Durante casi 20 años, he formado redes comerciales de personas que sabían vender muy bien, pero que perdían algunas oportunidades por pequeños descuidos, como por ejemplo, no llamar a un cliente a tiempo. ¿Te suena?… ¿Alguna vez, alguien te dijo que te iba a llamar y no te llamó?, ¿Eso te dio una buena imagen profesional de la persona…? ¡Venga, en serio! Somos humanos. Créeme: es mucho mas sencillo el esfuerzo de apuntar que el esfuerzo de recordar.

Dicen que Einstein, mente privilegiada, confesó en una entrevista no saber de memoria su teléfono ante el estupor del entrevistador. El Genio prosiguió, no ocupo espacio de mi cerebro con cosas tan simples que puedo tener apuntadas.

¿Te imaginas un manual de procesos que no este apuntado, o que las citas de un hospital estuvieran en la cabeza de la enfermera? Parece broma, ¿verdad? Pero a nadie se nos ocurre como posible que estas cosas no estén apuntadas. ¿Y por qué tu vida, tus citas, tus llamadas… crees que son menos importantes? Te aseguro que mi experiencia me permite sugerirte que, si lo tomas en serio, mejoraras tu productividad no menos de un 20% y, además, dejarás de sentir esa nefasta sensación de “¡Uy, se me olvido...!” Busca un buen curso de formación de al menos 10 horas (¡o contrátame!): te prometo que serán de las mejor invertidas en tu vida profesional y, decide este año por fin que a ti las cosas no se te olvidan; simplemente porque, como hacía mi madre, las llevas apuntadas..