OPINIÓN, Vacaciones y Corresponsabilidad

Publicado el por Meritxell Jimenez-Eguizabal (autor)

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Uno de los progresos más importantes de la sociedad ha sido la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa y remunerado.

Este logro muchas veces, digo muchas veces, no ha sido acompañado de la deseable incorporación del hombre al trabajo doméstico.

Cuando escribo estas líneas, ya estamos en Agosto, hemos pasado ya  casi mes y medio de las vacaciones de nuestros hijos.

En nuestro país, y en otros muchos, las vacaciones escolares de verano comienzan al final de la primavera, cuando termina junio, hasta principios de septiembre. Acumulamos 2 meses y medio de vacaciones, julio y agosto completos, más una semana de junio y otra de septiembre.

Las largas vacaciones hacen que cada vez más padres tengan grandes dificultades para organizar tanto tiempo a sus hijos y  opten por pedir fiesta en distintos periodos. Esto tiene la ventaja de adaptarse mejor a las vacaciones pero por otra parte hacen que estas sean más dispersas y que el núcleo familiar tengo menos tiempo en común.

Además de esta medida  en muchas ocasiones es necesario elegir un buen campamento o contar con la ayuda de los abuelos, o una combinación de ambas cosas. 

Respecto a campamentos, tenemos ejemplos como el  de un municipio de Granada, su alcalde ha organizado una escuela de verano. Este año ha contado con 931 plazas para niños entre 3 y 12 años. Está subvencionado al 75% del importe en función a la renta familiar. Es una de las propuestas más aclamadas por los padres en verano; para otros padres sin embargo les parece una medida desesperada.

Y es que efectivamente aún falta una conciencia sobre la necesidad de conciliar:

 ,  flexibilidad en el horario,

¸ aplicación de jornadas intensivas,

¸ prolongación del permiso de maternidad,

¸ oferta de guarderías en el propio lugar de trabajo, con posibilidad

de tener contacto  con el niño a lo largo de la jornada laboral,

¸ teletrabajo en determinados momentos o épocas del año

¸ posibilidad de días libres –contra vacaciones o bolsa de horas- sin previo aviso en caso de imprevistos familiares

Son medidas de conciliación, que harían mucho más fácil el poder compaginar su vida laboral y personal a muchos padres en verano, de modo que “cuando estén en el trabajo, estén en el trabajo”

Por otro lado es evidente que el entorno laboral es más duro que en años anteriores y corremos el riesgo de que todo esto quede relegado a un segundo plano, pero no podemos olvidar que muchas actuaciones a favor de la igualdad y conciliación otorgan ventajas competitivas a la empresa en muchísimos aspectos: satisfacción personal, minimización de preocupaciones, enfoque en el trabajo, retención de talento, … por lo cual es un motivo importante para seguir prestándole atención.

Por último, sólo me queda aplaudir a esos escasos –por desgracia- empresarios que han comprendido esto y lo aplican en sus negocios y, por supuesto, agradecer a todos los abuelos el apoyo incondicional que proporcionan en estos momentos cuando el empleador de sus hijos no está en el grupo referido al comienzo de este párrafo.

 

            Meritxell Jimenez-Eguizabal

            Socio Area Mujer y Familia

            10 Cs Coaching

            meritxell@10cs.es