¿VICTIMA O RESPONSABLE?

Publicado el por N.B. / Meritxell Jiménez-Egizabal (autor)

 (photo: )

Esta última semana he leído sobre mitología griega. El origen y como y porque Pandora se vio en la situación de abrir o no abrir la famosa caja la cual se supone lleno el mundo de males como la enfermedad, la codicia, la envidia...

http://www.erroreshistoricos.com/curiosidades-historicas/origen/635-la-caja-de-pandora-historia-y-significado.html

Pandora cometió un error, sí. Tenía una predisposición a ello, sí, probablemente más que otros mortales ya que Zeus se encargo de que la curiosidad fuera uno de los rasgos que los Dioses le otorgaron.

Cuenta la historia que Pandora nada más abrir la caja se dio cuenta de su error y que rápidamente cerró la caja dejando la esperanza dentro de ella. No puedo evitar sentir la curiosidad (tal y como le paso a ella) de pensar en cuál sería su reacción después del fatídico suceso. Es cierto que todo había sido una trampa, que Zeus le había dotado además del don de la curiosidad, que la caja estaba allí tentándole día tras día y además aumentando de tamaño. ¿Qué te parece?, ¿Crees que le echó la culpa a Zeus de lo que pasó?, ¿Acaso le dijo a su marido Heliodoro que por qué no escondía la caja en un sitio donde no hubiera sido tentada?,  ¿o quizás se auto culpó para siempre jamás de lo que había hecho?

Digo esto porque casi siempre la palabra error suele ir unida a un auto-reproche. Nos sentimos culpables y nos afectan demasiado.

Cometer errores a lo largo de nuestra vida profesional y personal es algo inevitable, algunos mayores que otros y además algunos  implicando a terceras personas como en el caso de Pandora, pero tenemos que tener claro que  la única forma de evitarlo sería no correr ningún tipo de riesgo ni probar nada nuevo.  “El único hombre que no se equivoca es el que no hace nada” dice Goethe.

Cuando llega el momento de enfrentarse a las equivocaciones hay que analizarlas a sangre fría, sin excusas, pero también sin machacarnos y lesionar nuestra autoestima. Aceptar la responsabilidad sin disculpas o echar la culpa a otros de nuestros errores.

También sucede que buscamos la manera de exonerarnos de culpas, señalando a otras personas como culpables de cosas que no nos han salido como nosotros queríamos.

El papel de víctima no es un sentimiento es una “MALA ACTITUD”, un comportamiento que nos aleja de la posibilidad de desarrollo y mejora. Esta actitud  nos hace huir de responsabilidades, son fabricantes de excusas y de verdades inventadas hasta llegar muchas veces a la manipulación.

Si siempre te crees la victima de todas las situaciones, si crees que el mundo está en contra tuyo, que la culpa de tu situación la tienen los demás, corres el riesgo de convertirte en un Calimero.

Calimero era un pollito personajes de dibujos infantiles de los años 70, un pollito negro que vivía en una familia de pollitos amarillos y que tenía una actitud de víctima. Su frase favorita era “es una injusticia”, mientras lloraba desconsoladamente.

Ser víctima nos lleva a caminos grises y negros de depresión, de falta de esperanza, no distingue las manifestaciones de amor. Podríamos hablar de la palabra vencidos como connotación.

La victima busca la piedad, el interés del otro. En parte puede llegar hasta tal punto que inconscientemente no quiere que acaben sus problemas.

Una cosa es que nos desahoguemos, que hablemos de nuestros problemas y otra que lo usemos como forma de llamar la atención, de agarrar a una persona.

Acusar  de nuestros males a todo lo que nos rodea, jefe, compañeros, situación de la empresa, incluso economía mundial nos hace crecer en nuestro papel de víctima y alejarnos del papel de ser responsable.

En un proceso de COACHING puedes aprender a entender que estar en esa posición no te permite crecer y que limita tu capacidad de cambiar en parte porque te has quedado anclado en el pasado, en parte porque el resentimiento te hace ver las cosas con pesimismo y rencor. Por el contrario cuando salimos de ese papel somos capaces de buscar soluciones y es más probable que surjan nuevas ideas y tomar decisiones que puedan solucionar nuestros problemas.

El COACHING te ayudara a ello, a ser RESPONSABLE DE TUS ACTOS. SER EL DUEÑO DE TU DESTINO , EL CAPITAN DE TU ALMA.

Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma

"Soy el dueño de mi destino,
soy el capitán de mi alma"

Estos versos legendarios constituyen un lema que todos deberíamos perseguir en la vida. Pertenecen a "Invictus", un hermoso poema de William Ernest Henley.

Desde la noche que sobre mí se cierne, negra como su insondable abismo, agradezco a los dioses si existen, por mi alma invicta. Caído en las garras de la circunstancia, nadie me vio llorar ni pestañear. Bajo los golpes del destino, mi cabeza ensangrentada sigue erguida. Más allá de este lugar de lágrimas e ira yacen los horrores de la sombra, pero la amenaza de los años, me encuentra, y me encontrará, sin miedo. No importa cuán estrecho sea el camino, cuán cargada de castigo la sentencia. Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.