Estudiantado de la UPC, mentor de alumnos de primaria y secundaria a través del proyecto Rossinyol

Publicado el por N.B // REDACCIÓN (autor)

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Un grupo de 15 estudiantes de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC) de este curso 2013-2014 se han convertido en mentores de 15 jóvenes de primaria y secundaria, de entre 11 y 14 años, residentes en los distritos de Ciutat Vella, Les Corts, Nou Barris y Sants-Montjuïc de Barcelona, a través del proyecto Rossinyol impulsado por la fundación Servei Soldari.

Un grupo de 11 estudiantes y cuatro estudiantes de distintos centro docentes de la UPC se encuentra, por parejas, y una vez por semana, con 15 alumnos de primaria y secundaria para compartir un rato de su tiempo libre haciendo actividades lúdicas o culturales a través del proyecto Rossinyol, un programa de voluntariado universitario para la inclusión social de jóvenes de entre 11 y 14 años de familias recién llegadas. 

Desde este curso, y a raíz de un acuerdo firmado en julio con la fundación Servei Solidari, la UPC participa, a través del Centro de Cooperación para el Desarrollo, en esta iniciativa. El estudiantado universitario que participa en el proyecto Rossinyol establece, como mentor, un vínculo con los niños de primaria y los jóvenes de secundaria que participan en el programa. Esta iniciativa quiere favorecer, principalmente, el desarrollo personal, la inclusión social, cultural y lingüística del alumnado participante, pero también quiere favorecer la sensibilización de los jóvenes universitarios sobre otros entornos y realidades sociales y culturales. Además, la participación en este proyecto les permite obtener un reconocimiento de hasta dos créditos ECTS en sus estudios. 

El proyecto Rossinyol se inició en Catalunya el año 2005, impulsado y coordinado por la Universidad de Girona como heredero del proyecto europeo Nightingale. En Barcelona, el proyecto empezó en el año 2010, gestionado por la fundación Servei Solidari con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y del Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Catalunya. La iniciativa cuenta con la participación, además de la UPC, de las universidades de Barcelona (UB) y de la Pompeu Fabra (UPF), así como de la Escuela Mestre Morera y la Escuela Pia Luz Casanova, las dos del distrito de Nou Barris, y de los institutos de secundaria Miquel Tarradell, de Ciutat Vella; Emperador Carles, de Les Corts; Joan Coromines, y Lluís Vives, los dos del distrito Sants-Montjuïc. 

Este curso han surgido en la ciudad, a través de este proyecto, 38 parejas, formadas por los alumnos de primaria y secundaria de estos centros junto con los estudiantes de las tres universidades participantes, que como mentores y mentoras, participan en acciones formativas, sesiones de intercambio de experiencias y reuniones de seguimiento y apoyo individual con el equipo técnico de la fundación Servei Solidari. 

Mentoria para la inclusión social Servei Solidari, organización sin ánimo de lucro vinculada a la Escuela Pia Catalunya, forma parte de la Coordinadora Mentoría para la Inclusión, una plataforma que aglutina las diferentes asociaciones y entidades impulsoras o participantes en los programas de mentoría social que se están llevando a cabo en Catalunya. 

Estos programas quieren reducir algunos datos recogidos por la Coordinadora, que indican que el 24% de la población entre 20-24 años no ha terminado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) —un porcentaje que se incrementa al 41% en el caso de los alumnos de origen extranjero. Estos datos también indican que el 25,8% de los jóvenes de 20 a 24 años ni estudian ni trabajan. 

Por otro lado, un estudio de impacto de los proyectos de mentoría en Catalunya, presentado recientemente por la misma Coordinadora, constata que los alumnos de 11 a 14 años que han participado en el proyecto Rossinyol mejoran las relaciones con los compañeros y compañeras de la escuela o el instituto y su comportamiento dentro del aula. También amplían el uso de la lengua catalana y su conocimiento del nuevo entorno de acogida. El estudio también destaca que el proyecto tiene un efecto positivo respecto a las aspiraciones y las expectativas educativas, así como en la participación del alumnado recién llegado en actividades de tipo cultural.