Desde que el pasado día 2 se confirmase el asesinato de una mujer en la localidad almeriense de Berja, se han sucedido otros seis homicidios de índole machista en Orihuela, Torrox, Móstoles, Barro, El Campello y Barcelona.

Terrible pensar en esas siete mujeres asesinadas este mes por hombres con los que mantuvieron una relación de pareja. Estamos en el agosto más duro para la violencia de género de los últimos cuatro años. En lo que va de año son 39 mujeres fallecidas por violencia machista, 28 de las cuales no habían denunciado de forma previa.

Además de esta lista tenemos que nombrar a otra víctima que el pasado martes recibió un disparo en la cabeza en Lugo, 32 años, fue tiroteada por su supuesta pareja.

Conocer datos como el que nos da la Comisaria de Trabajos y Asuntos Sociales de la U.E. de que la violencia afecta a uno de cada cinco mujeres europeas en algún momento de su vida, datos como que cada año aproximadamente un millón y medio de mujeres son maltratadas física o psicológicamente hace que salga la feria salvaje que hay en mi interior.

Desde el año 2000 se ha invertido en campañas publicitarias, cursos de formación o casas de acogida unos 4.700 millones. Pero desgraciadamente el número de mujeres asesinadas por su pareja continua aumentando, sin olvidar que solo una de cada tres denuncia las agresiones.

La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) ha realizado una encuesta entre 42.000 mujeres de los 28 países de la Unión. Estudio encargado por España en 2010. Expone el abuso que sufren las europeas tanto en espacios públicos como privados, según la FRA.

El estudio señala que apenas el 14% de las víctimas de violencia de género ha denunciado. "Muchas mujeres no denuncian sus experiencias de abuso a las autoridades, así que la mayoría de la violencia contra las mujeres sigue oculta y, por tanto, los delincuentes no son confrontados", advierte el director de la FRA, Mortem Kjaerum.

Sobre el motivo por el que los malos tratos no han sido denunciados se podría hablar en una inmensa mayoría de miedo y vergüenza, seguido de por una desconfianza a las autoridades y de no detectar el riesgo que corren. También del síndrome de Estocolmo doméstico. Os dejo os enlace por si os interesa saber sobre este último

http://www.elpotosi.net/2013/02/16/7.php

¿Qué podemos hacer?

Programas como Tartekari Sarea da apoyo a estas mujeres, creado por la Diputación Foral de Bizkaia ya hace un par de años, cuenta con voluntarios que ofrecen apoyo a estas mujeres. En una entrevista  Pilar Ardanza quiso destacar que el objetivo del proyecto "es que ninguna mujer que se encontrara en una situación de violencia de género careciera de un apoyo o acompañamiento social para salir de esa situación".

177 mujeres, la mayoría llevaba más de diez años viviendo la situación de violencia. Obviamente también trabaja con las hijas e hijos, considerados de la misma forma víctimas.

 Sólo me queda por decir que ojala algún día se acabe todo esto y que desde aquí quiero dar todo mi respeto, cariño, amor, comprensión a esas mujeres.

https://www.youtube.com/watch?v=D51_GQqVfSk