Estudiantes del CIFP Don Bosco imprimen en 3D una prótesis infantil

Publicado el por N.B. / SPRI (autor)

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Un equipo de cuatro estudiantes del CIFP Don Bosco, en Errenteria, ha creado una prótesis de brazo ajustada especialmente a las necesidades de un niño de 9 años coruñés, gracias al uso de las tecnologías de impresión 3D. El proyecto, totalmente voluntario, se enmarca en la iniciativa internacional Enabling the Future, donde colabora el centro educativo, y la prótesis se entregó a Unai, su nuevo propietario, el pasado 8 de febrero.

El proceso ha durado dos meses, y empezó cuando la familia de Unai contactó con el centro educativo vasco para pedirles una prótesis para su hijo. La parte más compleja consistió en ajustar el diseño a las necesidades y el tamaño del brazo de Unai, donde el equipo de estudiantes y su profesor Carlos Lizarbe contaron con la colaboración voluntaria de la empresa Domotek. A partir de ahí, la impresión de las piezas y el montaje se realizaron en tan solo un par de días. El resultado es una prótesis mucho más ligera que las tradicionales y de muy bajo coste, puesto que aunque se entregó de forma totalmente gratuita, el precio de fabricación ronda los 10 euros. Además, Unai pudo escoger los colores de su nueva mano.

Esta iniciativa, impulsada por el docente y jefe del Departamento de Electrónica del CIFP Don Bosco, Carlos Lizarbe, forma parte de la colaboración del equipo de estudiantes en el proyecto Enabling the Future, una plataforma internacional dirigida a compartir conocimientos y recursos para fabricar prótesis y entregarlas a aquellas personas que más las necesitan. Esta iniciativa está formada por ingenieros, diseñadores, makers, estudiantes y profesores, quienes comparten y mejoran diseños de forma colaborativa para ponerlos a disposición de la comunidad. Actualmente participan en esta plataforma más de 7.000 personas y se han entregado cerca de 2.000 prótesis alrededor del mundo.

Esta no es la primera vez que los estudiantes de Don Bosco fabrican una prótesis de forma altruista. En junio del año pasado imprimieron y montaron dos manos para entregarlas a personas con pocos recursos que viven en Jalisco, México, como parte de su programa educativo dirigido a aprender a utilizar las tecnologías de impresión 3D, generando a la vez un beneficio a la sociedad.