La Gestión del Conocimiento en tu negocio emprendedor: 5 sencillos pasos

Publicado el por N.B. / SPRI (autor)

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Toda organización, por pequeña o grande que sea, pone de alguna manera en común sus conocimientos, tanto individuales como colectivos. La proactividad compartida del saber, con objetivo de alinear y multiplicar el positivo resultado de sus sinergias, tiene un nombre de un tiempo a esta parte: Gestión del Conocimiento.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, han facilitado enormemente la transmisión del Conocimiento pero, por otra parte, quizá incluso han sobresaturado el adecuado nivel de datos y contenidos que somos capaces de absorber, perdiendo con ello la eficacia que deseamos. Así, se hace cada día más importante condensar la información y vehiculizarla de forma concisa, organizada y directa, con el fin de que las personas de la organización pueda seguirla y apreciarla debidamente.

Las personas emprendedoras tenemos además el reto de compatibilizar la Gestión del Conocimiento con la propia Gestión del Negocio, de modo que nos toca reflexionar y ordenar nuestras propias ideas relacionadas con el modelo de negocio, la cultura organizativa, el estilo de nuestras relaciones con las personas con quien vamos a trabajar (sean empleadas, socias, colaboradoras o proveedoras), la política de mejoras, el estímulo de la innovación,.. al tiempo que hemos de ser capaces también de extraer, aprovechar y grupalizar las ideas y Conocimiento que residen de forma individual en todas y cada una de las personas de nuestro equipo.

La Gestión del Conocimiento en tu negocio emprendedor, ha de servir para innovar, cambiar, mejorar. El mundo cambia y tu negocio debe cambiar con él, por ello es importante que todas las personas de tu equipo conozcan y compartan la misión y visión; a partir de ahí, deja que la información fluya, agradece todas las aportaciones y, aprovecha tus genes emprendedores para encontrar el modo de aplicar las más interesantes, pues la innovación siempre se encuentra a medio camino entre el conocimiento bien compartido y el éxito competitivo.

Un sencillo plan de Gestión de Conocimiento puede ser abordado en 5 pasos:

  • 1. Identificar el tipo de conocimiento de las personas: tácito y explícito.
    El conocimiento tácito es el que reside de forma intrínseca en toda persona; sus capacidades y habilidades innatas, el resultado de la experiencia, e incluso la intuición.
    El conocimiento explícito aborda el saber, todo aquello que puede ser compartido y transmitido a otras personas.
  • 2. Elegir un medio digital para almacenar y compartir la información.
    Las TICs nos permiten almacenar y compartir, de forma ordenada, todos los conocimientos explícitos de las personas que participan en nuestro equipo de trabajo. No es necesario contar para ello con plataformas tecnológicas “extraterrestres”, ni hacer inversiones para ello; existen numerosas herramientas informáticas de las denominadas 2.0 que lo permiten de forma gratuita. (Google Docs, DropBox, SliderShare…)
  • 3. Definir temáticas de conocimiento.
    Conviene enfocar y centrar las temáticas sobre las que se va a compartir información y experiencias. Puede también dejarse abierto el espacio colaborativo a otros asuntos, siempre y cuando estén relacionados preferiblemente con el ámbito profesional.
  • 4. Planificar un calendario de participación.
    Es importante calendarizar las aportaciones, por ejemplo, destinar un tiempo determinado cada semana, quincena o mes, de forma que el flujo de conocimiento sea permanente y se desarrolle como hábito.
  • 5. Entender y Atender las aportaciones, opiniones y sugerencias.
    Todas ellas pueden ser interesantes, bien ahora, bien más adelante. Como en un brainstorming, cualquier idea por peregrina que pueda parecer, puede contribuir a cambiar positivamente el curso de un proyecto, servir en otro momento para mejorar una actividad, y resolver una necesidad o problema detectado.

Paralelamente, organiza de vez en cuando alguna “quedada” para complementar la información con comunicación verbal, pues lo oral y lo escrito, a veces caminan por vías diferentes. Aprovecha siempre el momento para agradecer nuevamente el esfuerzo que se hace y ¡dedica energías a generar MOTIVACIÓN!

“La palabra motivación deriva del latín motivus, que significa «causa del movimiento». La motivación puede definirse como el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo. La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta”.