LIBRO DE LA SEMANA: Optitud

Publicado el por Santiago Torre (autor)

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Optitud es la fusión de dos palabras clave en el desarrollo humano, optimismo y actitud que están intrínsecamente relacionadas con la voluntad. 


SINOPSIS

El optimismo es una actitud, una decisión libre que toma el ser humano ante los sucesos que le acontecen, sean positivos o negativos. Aun teniendo la mejor hoja de ruta del mundo, con una descripción pormenorizada de los pasos a seguir y de los obstáculos que vamos a confrontar, lo que completa la ecuación es nuestra decisión de hacer: nuestra actitud ante los avatares de la vida es lo que marca la diferencia entre las personas que triunfan en la vida y, las que fracasan.

Optitud es un término dinámico que tiene utilidad práctica. Como tal, su aplicación tiene como finalidad configurar nuestros programas cerebrales en clave optimista, a fin de optimizar nuestras capacidades en todos los ámbitos, incluido el laboral.

La optitud es vital y esencial para el ser humano, nos prepara para actuar desde una perspectiva favorable sin dejar de tener en cuenta los elementos desfavorables. Moviliza dinámicamente nuestros mejores recursos para salir de la adversidad. Por ello elijo la optitud como actitud de vida, como respuesta proactiva frente a las inclemencias. La elijo porque es la herramienta que va a permitir que nuestros sueños e ilusiones perduren en la difícil travesía de la vida.

 

COMENTARIO PERSONAL

Iosu Lazcoz edita este término de “Optitud” para referirse a la doble elección que hacemos algunas personas: optimismo y actitud. Es una obra escueta, sencilla de leer y que nos ayudará en nuestro día a día a elegir ambas circunstancias: una buena actitud ante lo que nos va sucediendo y optimismo para afrontar la vida. 

Comienza la obra hablándonos del famoso mercado de Seattle que ya relataba Stephen Lundin en su simpática obra: Fish y la importancia de la actitud positiva en la venta.

Después profundiza en la Psicología positiva de Selligman y lo que ello implica. Nos explica cómo hasta no hace mucho toda la psicología se centraba en mejorar al individuo con disfunciones -con la salvedad que cita de Marston y sus “Emociones de la persona normal”, que da origen a la teoría DISC, de la que me confieso un apasionado- y que con la Psicología positiva esto comienza a cambiar. Se empieza a ver a los optimistas, no como unos ilusos alejados de la realidad, sino como personas que obtienen mejores resultados que otros.

Continúa explicando todo esto a lo largo del libro, haciendo especial hincapié en la importancia del optimismo para la venta, de la que es un auténtico experto.

Va poniendo ejemplos que ilustran lo que confirma. Así que nos dice que ‪"el optimismo es una cualidad indispensable para las ventas", algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. No conozco a ningún vendedor de éxito que sea pesimista. Tampoco significa que el optimista siempre tenga éxito, pero sí que ayuda a que lo consiga. Los vendedores de éxito suelen ser alegres, dicharacheros y ven el lado positivo de las cosas, toman las negativas como parte del proceso. Son los que cuando no consiguen un pedido dicen “un no menos para conseguir un sí”. No se vienen abajo fácilmente. Luchan, persisten y buscan sus objetivos.

Otro motivo importante que aduce en el éxito del vendedor optimista son los estudios -cita algunos- que demuestran que “bajo presión, el optimista mejora sus resultados, mientras que el pesimista, se hunde".

Está muy claro que en el mundo de la venta hay mucha presión y que el optimismo nos ayuda a mejorar lo que obtenemos.

Tanto el optimismo como la elección son decisiones y elecciones personales.

El autor nos explica desde el punto de vista científico (él es licenciado en Biología y confiesa que su asignatura preferida era “Genética”) que si bien es cierto que tenemos una carga genética importante en lo que desarrollamos, no lo es menos que esa carga no determina lo que podemos ser.

La carga genética condiciona, pero no determina lo que obtenemos. Esto último es consecuencia mucho más del esfuerzo, decisiones y acciones que realicemos que de lo que traemos “de serie”. Así, ser optimista o no, nos lo labramos nosotros mismos. No podremos elegir lo que nos va a suceder -algo sí con la proactividad-, pero sí elegimos como reaccionamos ante lo que nos pasa.

En resumen, un libro simpático, motivador y que nos sitúa claramente en nuestra responsabilidad personal sobre lo que hacemos y en nuestra posición sobre cómo vemos la realidad. Recomendable de leer. 

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