¡Feliz 2012!

Publicado el por N.B. / Marta Mtz. Arellano (autor)

  Dicen que un pesimista es un optimista bien informado… Y yo no dejo de informarme en diversas fuentes internacionales a ver si se me pasa… De mí dicen que soy culta, inquieta y que me gusta saber de las cosas, luego esa parte ¡la debo estar haciendo bien! Y aún así, por más que me informo, sigo creyendo en este 2012.

Básicamente confío en él porque es el único que tengo, los anteriores ya los dejé atrás y tal vez, como decía Kierkegaard, pueden explicar dónde me encuentro, pero no me ayudarán a tirar para adelante.

De los que vendrán poco puedo decir, salvo que se alinean en mis oraciones como soldaditos de plomo en cadencia pitagórica.

Por eso, doy la bienvenida a este 2012, que tan señalado ha sido por chamanes y videntes. De los Mayas a Nostradamus coinciden en señalarlo como el año en que acabará el mundo, y los indicios también parecen darles la razón.

Me siento feliz de coincidir con los sabios que me precedieron y estoy segura de que el mundo, tal como lo conocimos, cambia y surge un nuevo modelo. No por ello voy a hacer como los suizos, donde hacerse un búnker está de moda. Doy fe, porque los he visitado y hay algunos de auténtico ensueño para sobrevivir sin tecnología a la semana fatídica.

Yo quiero estar ahí, mirando cómo África por fin recupera el sitio que tenía reservado, cómo Indonesia o México nos dan lecciones que creíamos, desde nuestra prepotencia, innecesarias. Cómo China cumple sus designios y acapara cada vez más margen de mercado. Me gustaría también ver cómo Oceanía se incorpora de forma más activa a nuestro círculo comercial, sin temor a ese precario equilibrio que siempre los mantiene al margen.

Ya se habla de los TIMIS: Turquía, Indonesia, México y Corea del Sur, y se afirma que entrarán en el grupo de los BRICS  (Brasil, Rusia, China, India). Yo desconfío de las llamadas “economías emergentes”, y contemplo la distinta evolución que estos cuatro grandes jinetes han presentado desde que fueron coronados como motores del mundo. China pisa como Atila, Brasil sonríe y blinda su mercado entre el intricado plumaje de un desfile carnavales, Rusia tiene todavía que afianzar su potencial, mientras pugna con elecciones de reciente cocción, y la India sigue su modesto camino a la chita callando y llevándose gran parte del pastel de las nuevas tecnologías.

Y mientras los grandes analistas miran su bola de cristal en la que danzan banderas, en la mía sólo nadan PYMES y oportunidades comerciales, sin color concreto, pero con el rumbo cierto de las ganancias que toda crisis anuncia. En los estertores de la recolocación de mercados y capitales es imprescindible colocarse bien en la parrilla de salida.

En río revuelto, hay donde pescar y me han traído los Reyes las redes más grandes: las de contactos.

Mis amigos y yo hemos decidido darle una cordial bienvenida a este 2012, nos hemos preparado a conciencia, hemos estudiado formas de cooperación, hemos diseñado modelos de negocio conjuntos, y nos hemos desperdigado por el mundo para encontrar allí donde se encuentre, el Tesoro escondido de los grandes Maestros.

En nuestra aventura caben todos aquellos que sean conscientes de que esto no es gratis, y que tampoco está subvencionado. En nuestro barco pueden montarse todos los que quieran invertir para sacar de las procelosas aguas los mayores beneficios posibles. Si quieres acompañarnos, tendrás que saber que en este proyecto se coopera y comparte, se innova y se yerra, se suda y se viaja, se pierde y se gana… pero todos y cada uno de nosotros sabe exactamente el valor que encierra su oferta.

Dice el dicho japonés que si quieres desearle mal a alguien, basta desearle quince años de bonanza, y aquí hemos tenido veinte. Veinte años para adocenar mentes y coraje. ¡Los que quedamos despiertos, mejor si nos espabilamos! 

Marta es autora de “101 cagadas en internacionalización de PYMES”

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