Social Innovation Community analiza las políticas europeas en inserción laboral

La generación de empleo, en especial para colectivos en situación vulnerable, jóvenes y personas de baja cualificación, es uno de los grandes retos de la Unión Europea. La estrategia 2020 incluye como objetivo conseguir que el 75% de las personas entre 20 y 64 años tengan trabajo, y para conseguirlo, cobran importancia los enfoques relacionados con la innovación social.

Social Innovation Community, un programa europeo financiado por Horizon 2020, ha publicado una investigación donde analiza diferentes proyectos de innovación social relacionados con el empleo. El estudio tiene como objetivo detectar cómo la Unión Europea está apoyando este tipo de iniciativas y ofrecer recomendaciones para aprovechar al máximo su potencial.

El informe recoge cinco proyectos puestos en marcha en diferentes territorios, financiados con fondos europeos. Uno de ellos es Garantie Jeunes, en Francia, un programa estatal enfocado a la integración de jóvenes en situación vulnerable que ni estudian ni trabajan. El proyecto usa un enfoque de “empleo primero”, ofreciendo un puesto de trabajo desde el inicio y combinándolo con la formación, puesto que han comprobado que da mejores resultados frente al modelo de formación previa a las prácticas empresariales.

Otra de las iniciativas analizadas es HomeLab, en marcha en diferentes países de Europa Central: Polonia, Eslovaquia, República Checa y Hungría. El programa utiliza un enfoque conjunto a la pobreza, carencia de vivienda digna y falta de oportunidades laborales, puesto que muy a menudo van conectadas. El proyecto consiste en enlazar las políticas de inclusión social y empleo mediante servicios que unifican estas necesidades, con la participación de ONG, administraciones y empresas. El estudio incluye también al iniciativa gubernamental Portugal Social Innovation, que en este caso ofrece diferentes modelos de inversión y financiación para apoyar el emprendimiento social.

Tal y como destaca el trabajo realizado por Social Innovation Community, las innovaciones sociales financiadas por la Unión Europea están tomando nuevos enfoques que conectan el empleo con otras políticas sociales. También buscan la cooperación multisectorial entre sociedad civil, gobiernos y otros actores como centros de investigación y academia, y están cambiando los roles tradicionales de beneficiarios por el de agentes activos. Por otro lado, la mayoría de casos observados no retan las bases de los sistemas existentes, y según los autores, la escala de financiación de los programas europeos permitiría apoyar innovaciones de cambio más disruptivo.