La realidad aumentada para una industria más segura y eficiente
Publicado el por SPRI (autor)
- Una jornada temática “Basque Industry 4.0” organizada por el Grupo SPRI destaca que mejora, agiliza y abarata los procesos productivos
- Diego Sagasti, de Tecnalia, ha apuntado que, para 2022, esta tecnología va a llegar a 80.000 millones de facturación
La realidad aumentada es una tecnología que añade información virtual al mundo real y que es utilizada cada vez de forma más masiva en la industria. Sirve para mejorar, agilizar y abaratar los procesos productivos. Supone ahorros de tiempo y dinero así como mayor seguridad. Diego Sagasti, responsable de Realidad Aumentada de Tecnalia, ha explicado esta nueva tecnología en una jornada organizada por el Grupo SPRI (la agencia vasca de desarrollo empresarial dependiente del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras) en el Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa. La jornada se inscribe dentro las Jornadas Temáticas “Basque Industry 4.0” que, desde el servicio del Grupo SPRI “Enpresa Digitala” se llevan a cabo a lo largo del año en relación a la estrategia del mismo nombre. Estas jornadas son una continuidad del evento principal sobre la industria 4.0 que se celebra anualmente en otoño, el Basque Industry 4.0, que busca ser un foro para el intercambio sobre el nuevo paradigma que plantea la Industria 4.0 en Euskadi y una plataforma para analizar sus perspectivas de futuro.
Sagasti ha explicado las diferencias entre la realidad aumentada, que añade información virtual, de la realidad virtual, que supone un paso más, al crear nuevos espacios en los que los objetos físicos pueden interactuar en el entorno virtual. “Tiene en cuenta el entorno”. La realidad aumentada “es todavía cara”, pero ha agregado que “es el momento de utilizarla”. Los sectores más utilizados en la actualidad son la educación, salud, aviación, marketing, periodismo, viajes o automoción. El responsable de Tecnalia ha apuntado que, para 2022, esta tecnología va a llegar a 80.000 millones de facturación.
En el sector industrial sirve para mejorar, agilizar y abaratar procesos. Por ejemplo, se aplica en teleasistencia, para la reparación de máquinas. Con la información recibida a través de la realidad aumentada se guía al operario hasta la máquina averiada, incluso el trabajador va recibiendo información del problema y, al llegar, sabe lo que tiene que tiene que hacer y cómo solucionarlo. Además, puede recibir asesoramiento externo a través de una videoconferencia. Es una muestra práctica de la industria 4.0.
Sirve igualmente como un manual para acciones complejas en una máquina. Guía al operario en la manipulación, le corrige cuando se equivoca y, con ello, proporciona una gran seguridad en su trabajo al empleado. Sagasti ha explicado que sistemas de realidad aumentada como Sivira, dirigidas a personal menos experto, ayudan en tareas como la colocación de tuercas, rebaje de ranuras, etc.
Diego Sagasti se ha referido a otros tipos de aplicaciones de la realidad aumentada. Para el servicio de bomberos, aporta información al profesional para localizar a los afectados en medio del humo; en Defensa, “donde se lleva utilizando toda la vida”, se usa en los aviones para fijar localizaciones y objetivos enemigos y ha destacado el nuevo casco para pilotos del último caza tripulado, que cuesta 300.000 euros y aporta una visión de 360 grados para “tener mucho más rápida la reacción”. En la construcción, se utiliza para el diseño de un edificio y el mantenimiento “ya que se ven todas as tuberías interiores. Si lo que se ha hecho está todo bien o para recrear el acabado final cuando se empieza la obra”.
El experto ha explicado otros ejemplos, como la publicidad, que permite un maquillaje perfecto o que un niño pueda ver a tamaño real el montaje de un juguete Lego, un vehículo particular que recibe toda clase de información, sobre el cristal delantero, de la velocidad o la distancia de seguridad con los otros coches.
Sagasti ha aseverado que las grandes empresas están apostando por la realidad aumentada y que, en un futuro, los dispositivos deben ser de menor tamaño.